Para elaborar un plan nutricional en un proceso tan delicado como es un cáncer me baso en el estado de nutricional del paciente, en sus preferencias y en las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud), WCRF (World Cancer Research Fund) y AICR (American Institute for Cancer Research) entre otros.
Por un lado, utilizaremos la nutrición para intentar compensar en la medida de lo posible la predisposición genética. La soja, por ejemplo, puede ayudar a reactivar la acción protectora de los genes BRCA1 y BRCA2 por su contenido en isoflavonas. De esta forma se puede aumentar significativamente la supervivencia a los 5 años en un cáncer de mama. También es posible modificar la expresión genética prostática tras cambios intensivos nutricionales y de estilo de vida.
La nutrición se puede utilizar para intentar compensar los efectos secundarios de la terapia tumoral. Según el tipo de tratamiento que recibas tendrás unos efectos u otros. Como soy farmacéutica te preguntaré los tratamientos y tandas que tienes pautadas para si personalizar todavía más tu tratamiento.
Conseguiremos que la alimentación sea nutritiva y al mismo tiempo digestiva y fácilmente asimilable ya que el proceso oncológico en sí mismo y los tratamientos oncológicos deterioran progresivamente las funciones digestivas.